Isabel. Esa mujercita que se ha metido en
infinidad de hogares a través de las ondas, que ha enseñado a maquillarse a
infinidad de mujeres y a sacarse un partido que muchas no sabían cómo hacer,
que nos ha enseñado recetas divertidas, sencillas, complicadas, dulces y
saladas.
Isasaweis es una videoblogger que comenzó
haciéndose un moño con mucha vergüenza, y que ha publicado un libro, incluso ha
tenido su propio programa de televisión. Pues esta mujer, me sorprendió muchísimo
cuando hizo una receta que algún día me gustaría volver a hacer. Yo los llamo
“pingüiaceitunitas” porque eran pingüinos, hechas con aceitunas. Pero después,
ha hecho recetas muy conocidas, y otras no tanto. Croquetas de zanahoria… Pues
oye, yo no lo había oído nunca, y vi tan fácil el proceso, que dije… ¡a la
cocina!
INGREDIENTES
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla
- 250 gr. de zanahorias (2 grandes o 3-4 pequeñas
aprox)
- 50 gr de harina integral (3 cucharadas soperas
bien colmadas aprox.)
- 300 ml de leche desnatada
- Sal
- Huevo batido
- Pan rallado
PREPARACIÓN
1. Pelar y rallar la cebolla y las zanahorias.
2. Poner una sartén al fuego con las 3 cucharadas de
aceite de oliva, y agregar la cebolla picada. Salar un poco y pochar durante
unos 5 minutos removiendo para que no se queme.
3. Añadir la cebolla rallada y seguir sofriendo hasta que
esté bien blandita.
4. Agregar los 50 gramos de harina, como unas 3
cucharadas soperas bien colmadas, y remover durante unos 5 minutos
aproximadamente para tostarla y eliminar el sabor a crudo.
5. Añadir los 300 ml. de leche (como un tazón de
desayuno) y seguir cocinando sin parar de remover hasta que la bechamel esté
bien hecha y se despegue del fondo de la sartén (otros 5 minutos
aproximadamente).
6. Apartar del fuego y estirar sobre una bandeja ancha
para que se enfríe, y cubrir con papel film pegado a la masa. Una vez fría,
guardarla en la nevera unas horas.
7. Una vez fría la masa, sacarla y formar porciones,
pasarlas por huevo batido y pan rallado y darles la forma típica de la
croqueta.
8. Freír en aceite caliente o al horno.
COSITAS
- En la receta original Isasaweis usa harina
integral, leche desnatada y hace unas pocas al horno para ver la
diferencia. Como es lógico se pueden hacer con harina blanca, con leche
entera, leche de soja, de arroz, con calcio… con lo que te apetezca. Pero esta
versión es más sana y queda realmente rica.
- Es interesante rallar la zanahoria y la cebolla
más que picarlo porque siempre queda más fino, se cocina antes y no hay
trozos muy grandes. Además, no se emplea mucho tiempo.
- Para no tener que sacar la báscula cada vez que
fuese a hacer croquetas, pesé los ingredientes una vez. Aproximadamente en
medidas comunes son:
- 250 gr. de zanahoria à 2 zanahorias grandes o 3-4 pequeñas.
- 50 gr. de harina integral à 3 cucharas soperas bien colmadas (meter la
cuchara y sacarla con una buena montañita encima)
- 300 ml. de leche à Yo tengo unos tazones de desayuno que
hacen esta medida. Un vaso normal son 250, por lo que se puede calcular
un poco a ojo, un vaso y un poquito más.
- En esta ocasión, también quería congelar, o sea que
hice mayor cantidad, y luego las separé con papel de horno, poniéndolas
sobre una bandeja de plástico, y envueltas en una bolsa higiénica de
comida, fueron al congelador.
- Sorprende muchísimo el sabor si nunca has probado algo de este tipo. Las croquetas, ¿quién no las ha probado alguna vez? Pero no es eso, es la textura de la zanahoria y la cebolla. Dos verduras muy sanas y con excelentes propiedades dentro de una receta muy común.
- Las croquetas siempre se han tenido como un recurso para aprovechar restos de otras comidas, de la carne del cocido, del asado de pollo… pero está clarísimo que son un mundo y se pueden hacer infinidad de mezclas y sabores.
- Siempre me ha dado un poco de reparo preparar la bechamel porque en todos lados escuchaba que si salen grumos, que si queda así o asá… Pues no lo sé, pero la primera vez que las hice, quedaron perfectas, y siempre en las croquetas, con esta forma, han resultado ser un éxito.
- Igual que las empanadillas, en esta ocasión las hice en una freidora sin aceite. Más que freír, me dan la sensación de que son asadas por la forma de calentar que tienen, pero es que son mucho más sanas, y estés en plena operación bikini o no, es bueno eliminar excesos de grasa. En otras ocasiones las he frito y están buenísimas, pero al horno quedan también deliciosas.
Ese momento en el que saboreas algo,
en el que cierras los ojos para disfrutar de un sabor estupendo, cuando sientes
cómo las texturas tocan tu paladar, ese preciso instante, se adelanta con tan
solo oler estas croquetas. Coges una, notas el crujiente rebozado, y al
acercarla a los labios, su aroma llega a tu nariz, y entonces, se te hace la
boca agua, la abres para morder pero tu mente ya está diciendo ¡Jo,
qué rico!
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