Cuando la gente te mete una idea en la cabeza, y
vas con unas sensaciones preconcebidas, nunca disfrutarás de las cosas como si
te las encuentras de sorpresa. Esto pasa con una película, con un libro, con
una historia, con una canción, y también por supuesto, con la comida.
Si desde niño te dicen que la coliflor huele a
p*do, siempre asociarás en la cabeza,
que tiene que ser algo desagradable. Si desde niño te enseñan que cada vegetal,
cada fruta y cada alimento tiene un sabor diferente, puedes convertir en un
juego aquello de diferenciar texturas y sabores por ejemplo, con los ojos
tapados.
En el colegio, en primaria, teníamos un par de
horas a la semana clases de psicomotricidad. Nos tapaban los ojos con un
antifaz y nos daban una pieza de madera, y por el tacto, teníamos que descubrir
lo que era, un círculo, un cuadrado, una casita, un tren… Otras veces, tocaban
algún instrumento musical y debíamos averiguar cuál era por el sonido. La hora
que más nos gustaba a todos, era la de “probar la fruta”. Con el antifaz
puesto, nos daban a probar un cachito de fruta, pera, manzana, naranja,
plátano… Y teníamos que distinguir el sabor, la textura, si era ácido, dulce,
suave, áspero, y con ello, averiguar la fruta en cuestión. Era genial, y creo que
deberíamos incentivar más esas cosas, incluso con las personas mayores. Nos
vendría de maravilla para desarrollar los sentidos, aumentar la capacidad de
concentración, y no prejuzgar las cosas sin conocerlas.
Y dicho esto, me declaro fan total de la coliflor
y el brócoli gratinados. O sea, que receta súper sencilla al canto.
INGREDIENTES
- Una coliflor.
- Un brócoli.
- Queso rallado.
- Aceite de oliva y sal.
- Salsa bechamel.
PREPARACIÓN
- Lavar muy bien la coliflor y el brócoli.
- Cortar ambos vegetales en cachitos, formando pequeños arbolitos (sí, si te fijas, son como arbolitos en miniatura).
- Poner una cazuela con agua al fuego, unas gotitas de aceite de oliva y una pizca de sal, y cuando hierva, meter la coliflor y el brócoli unos 5-10 minutos. Si tienes un cocedor al vapor, mejor que mejor. Transcurrido ese tiempo, sacar y escurrir.
- Disponer todos los pedazos mezclados en una bandeja apta para el horno. Añadir una capa de salsa bechamel al gusto y un poco de queso rallado.
- Hornear a 180º unos 15 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
- Sacar del horno y servir caliente.
COSITAS
- La verdad es que pocas cosas se pueden decir de esta receta. Es sencilla y muy rápida.
- Se puede cocer al vapor, de hecho sería preferible. Quizás se necesitarían unos minutos más. Lo que se busca, es ablandar un poco la verdura, no dejarlos excesivamente cocidos como para que se deshagan.
- El horneado depende un poco de los gustos. Si te gusta más tostado, lo dejas unos minutos más. Si lo prefieres más al punto, unos minutos menos.
- La coliflor y especialmente el brócoli, tienen una cantidad inmensa de propiedades saludables para el ser humano. Está más que demostrado en numerosos estudios, lo beneficioso que resulta el brócoli para prevenir el cáncer, y realmente, es un vegetal que se consume poco.
- Usar la salsa bechamel, ayuda a camuflar un poco el sabor a verdura, si a alguien no le gusta.
- El queso rallado por encima, le da un toque delicioso. Normalmente, todo el mundo se pelea por la capa de arriba, bien tostadita.
- Se puede hacer un poco más ligera la receta, si se cuece solo en agua, sin sal ni aceite. Yo realmente, no noto la diferencia en el sabor. Supongo que lo hago por costumbre.
- Este plato, solo cocido, con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal, está también delicioso, pero a mucha gente no le gusta, por lo que esta receta es una opción estupenda para que todo el mundo consuma estos alimentos tan saludables.
- Además, el agua de la cocción, se puede aprovechar para regar las macetas. Eso sí, si el olor no es de tu agrado, mejor será que la planta esté fuera, porque puede persistir durante unos días. Pero si no tienes ese problema, no solo te beneficiarás tú de las propiedades de este plato, sino también tus plantas.
- (Menos mal que no había mucho que decir sobre esta receta… J)
De verdad, hay que tener menos prejuicios hacia
ciertos alimentos y más ganas de probar otras cosas menos habituales. Si a
alguien no le gusta, perfecto; hay muchísimas cosas en el mundo de la cocina
que no son santo de mi devoción, pero las he probado. Bueno, hay muchas cosas
del mundo de la casquería que no me motivan en absoluto, pero es que esto son
verduras, y son muy bonitas, parecen ramos de floresJ. Y si no son solas,
un poco encubiertas con la bechamel y el queso, siempre son una apuesta
perfecta para conseguir un ¡Jo qué rico!
Muy buena entrada y buenas fotos!! enhorabuena por el blog, está muy currado!!
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