lunes, 2 de febrero de 2015

Lasaña de carne # 22 #


La lasaña siempre ha sido el plato favorito del gato Garfield, y de un montón de gente humana. Y para qué engañarnos, es que está muy rica…


Yo siempre la he comprado hecha, por la facilidad de abrir el paquete y meterla en el horno, pero cuando la probaba casera… uhm… qué diferencia.
Entonces ¿por qué seguir comprando algo que está bueno, pero que tampoco me llena el alma? Pues por comodidad o facilidad, sí, pero hablando de salud, me parece a mí que es mucho más saludable hacerlo en casa que comprarlo. Lleva más trabajo, pero también lleva una satisfacción maravillosa, ver lo que haces tú con tus manos, y comprobar lo rico que queda. Porque no nos engañemos, lo que haces tú mismo, sabe mejor.


INGREDIENTES

  • Medio kilo de carne de ternera picada
  • Queso parmesano rallado
  • Un paquete de láminas de pasta para lasaña
  • Medio vaso de tomate frito o salsa de tomate
  • 2 tomates naturales
  • 1 cebolla
  • Salsa bechamel
  • Aceite, sal y pimienta.



PREPARACIÓN

  1. Poner una olla al fuego con agua y cocer las láminas de pasta según las instrucciones del fabricante. En mi caso, añadir un chorrito de aceite y sal al agua. Cuando rompa a hervir, añadir las láminas de lasaña de una en una y dejar cocer unos minutos. Sacar con cuidado y refrescar con agua fría. Dejar escurrir sobre un paño limpio, estiradas y sin amontonar.
  2. Mientras tanto, poner una sartén al fuego con un chorro de aceite de oliva.
  3. Picar la cebolla fina, y cuando el aceite esté caliente, añadir y sofreír. Agregar un poco de sal y dejar hasta que esté algo blanda.
  4. Incorporar a la sartén la carne picada desmenuzándola y mezclándola muy bien con la cebolla, hasta que la carne cambie de color y se torne de un marrón más oscuro.
  5. No te olvides de añadir otro poquito de sal y pimienta.
  6. Mientras tanto, lavar y rallar con un rallador o con una picadora los dos tomates.
  7. Agregar los tomates rallados y la salsa de tomate a la sartén y mezclar muy bien.
  8. Dejar cocer unos 5 minutos.
  9. Preparar una bandeja apta para el horno y comenzar a montar la lasaña por capas. Primero, una fina de carne para que la pasta no se pegue al fondo. Seguir con una capa de láminas de lasaña, cubriendo la base, e ir alternándolas. Usar suficiente relleno para que las capas queden uniformes.
  10. Terminar con una capa de pasta.
  11. Cubrir con salsa bechamel en abundancia, dejando que caiga por los posibles huecos que queden en los laterales.
  12. Rallar un poco de queso parmesano por encima.
  13. Hornear a 180ºC durante unos 15 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.
  14. Sacar del horno, cortar las porciones deseadas y servir bien caliente.


COSITAS

  • Uhm… lasañaaaaaa.
  • Esta es una receta de lasaña de carne sencilla y básica. No tiene mayores complicaciones porque solo tiene un ingrediente principal, la carne de ternera. Pero como siempre, se pueden hacer las variantes que se quieran.
  • Es importante poner primero una capa en la bandeja donde se haga la lasaña de carne con la salsa de tomate, aunque sea fina, para que la pasta no se pegue. Nunca he probado engrasar la bandeja con aceite, aunque supongo que será similar.

  • No importa que en algunos sitios las láminas de pasta se sobrepongan una encima de otra. Es más interesante eso, antes que dejar algún sitio sin cubrir.
  • Yo no tenía otro queso y usé una cuña de un queso curado normal, y queda espectacular también.

  • Mi bechamel, parece que tiene muchos grumos, pero es que usé mi TRUCO SECRETO para que quede más jugosa. Del queso rallado que le voy a poner por encima luego, cojo un puñado y lo mezclo con la salsa, así la bechamel queda más cremosa y el queso llega a más partes no solo por la parte superior.

  • ¡Ay! La parte churruscadita de por encima. No quemada, pero sí tostada. Uhm… qué delicia.
  • En cuanto a las láminas de pasta, es importante seguir las recetas de cada marca, porque unas vienen secas, otras pre-cocidas, unas necesitan más tiempo y otras menos… Lo importante es tener cuidado para que no se rompan y luego ponerlas mejor en el montaje de la lasaña.
  • Para que una vez hecha, la lasaña no se desmorone cuando vayas a hincarle el diente, un pequeño truco, es haber secado bien las láminas antes de colocarlas, y que la carne, no tenga demasiado jugo, porque en el horno, soltará más aún y eso hará que luego se resbale más fácilmente.





Y poco más hay que decir, salvo que no hay que pensárselo. ¿Lleva tiempo? Pues sí, como todo en esta vida, pero no es una barbaridad, porque mientras se cuece la pasta, se puede ir sofriendo la carne, y en el montaje apenas se tarda. Y mientras se hornea, puedes recoger los cacharros de la cocina, porque como todo está ya cocinado, ese ratito se pasa volando. Y luego, con mucho cuidado para no quemarte la boca, a saborear esta delicia y sí, inevitable… ¡Jo qué rico!



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