martes, 11 de diciembre de 2012

Galletas de mantequilla # 3 #





Un día inesperado, una visita inesperada, y con la despensa vacía. ¿Qué hacer para una merienda con niños o mayores? Pues unas deliciosas galletas de mantequilla y vainilla, fáciles, ricas y sabrosas. Y sobre todo, caseras. Pringando 4 cacharros y encendiendo tan solo un ratito el horno. ¡Manos a la obra!


INGREDIENTES:

  • 125 gramos de mantequilla
  • 125 gramos de azúcar glass.
  • 1 huevo mediano
  • 1 cucharadita de azúcar avainillado o unas gotas de extracto o esencia.
  • 250 gramos de harina.



PREPARACIÓN:

  1. Primero hay que sacar la mantequilla una hora antes aproximadamente de la nevera. Tiene que estar blandita, pero no deshecha ni líquida del todo. Si se ha olvidado sacarla, siempre se puede meter un momento en el microondas para que se ablande.
  2. En un bol, se mezcla la mantequilla y el azúcar glass hasta que se integre perfectamente. Me gusta hacerlo con las varillas y en un par de minutos está listo, pero hay que fijarse que la masa quede perfectamente homogénea.
  3. Se añade el huevo y se mezcla igualmente hasta integrarlo. Yo lo agrego ya batido.
  4. Poco a poco, se va agregando toda la harina, preferiblemente tamizada, para evitar grumos, y se va mezclando la masa hasta conseguir una masa compacta, pero nada seca. El truco para saber que ya está lista, es que no se pegue al bol o a la encimera (donde se esté trabajando) y que cuando aprietes con un dedo, se quede el hueco sin pegarse a tu piel. Ese es el punto perfecto.
  5. A continuación, se hace una bola, se envuelve en papel film y se mete a la nevera una media hora aproximadamente. (Este paso se puede saltar si se tiene prisa, pero es recomendable hacerlo).
  6. Después, se saca, se estira con ayuda de un rodillo hasta conseguir una lámina como de unos 5 milímetros de espesor y se van cortando las galletas con los cortapastas. 
  7. Se precalienta el horno a unos 180-190º, calor arriba y abajo. En la bandeja del horno, se pone una lámina de papel encerado y se colocan las galletas encima, y se hornean unos 10-15 minutos, hasta que se doren un poquito. La bandeja hay que colocarla en la mitad del horno aproximadamente.
  8. Se sacan y se dejan enfriar para no quemarnos al comerlas.


COSITAS:


  • Estas galletas son facilísimas de hacer. No se tarda casi nada y el sabor es estupendo. En la receta he puesto vainilla porque es un sabor que casi siempre gusta a todo el mundo, pero se puede sustituir por el que se quiera, limón, café, naranja… lo que se quiera o se tenga. 
  • Un buen momento para encender el horno, es cuando sacamos la bola de masa de la nevera, así, ahorramos tiempo, porque mientras formamos las galletas, el horno se va calentando.
  • Hoy en día, hay muchísimos sitios donde encontrar cortapastas a muy buen precio y de varios materiales, plástico, metal... En tiendas de repostería, en los “todo a 100” “todo a 1 euro”, chinos, bazares, o como cada cual los llame… Hay infinidad de formas y diseños distintos, de todo tipo de temática.
  • Y si no tenemos o no nos apetece gastarnos dinero en eso, hay que dejar volar la imaginación. Seguro que en nuestra cocina encontramos muchos objetos válidos para cortar la masa, por ejemplo, vasos de diferentes tamaños, tapones… O siempre existe la posibilidad de dibujar nosotros mismos en un papel, cartón o plástico, la figura que nos guste, colocarla sobre la masa, y recortar el contorno con ayuda de un cuchillo (con cuidado de no estropear la encimera).  Sea como sea, lo que vayamos a utilizar, ¡que esté bien limpio!
  • Para ayudarnos a conseguir que todas las galletas queden del mismo grosor, existen en el mercado unas tablitas, que se colocan a ambos lados de la masa, y según se estira con el rodillo, nos marcan el límite. Así, cuando el rodillo ruede bien por encima de las tablas, es muy fácil saber que toda la masa tiene el mismo tamaño.
    Pero si igualmente no queremos gastarnos dinero, seguro que por casa, hay otros útiles que nos pueden servir para hacer la misma función. Se me ocurren un par de ejemplos: (1) se pueden usar unas cucharas de madera del mismo tamaño, o también (2) esos tubitos cuadrados que sirven para ocultar los cables, como estos.
  • Para conservarlas, hay que meterlas en un bote cerrado, o en una bolsa de uso alimentario, y cerrarla para que no se endurezcan con el contacto del aire. Realmente no se cuánto duran, porque en casa, no llegan al día siguiente.
  • El tiempo de horneado puede variar, porque cada horno es un mundo. Unos calientan más que otros, o no reparten el calor de forma uniforme. Si tiene ventilador, el calor se repartirá de mejor forma, pero hay que tener en cuenta, que el aire secará un poco más la masa, y quizás necesita un poco menos de tiempo. 



Hacer galletas en casa es muy fácil, y tan gratificante que mientras ves cómo se hornean, ya estás pensando en la siguiente tanda que vas a hacer. Las primeras veces, quedarán mejor o peor, pero son galletas caseras, sin conservantes ni cosas raras. Además, se les coge el tranquillo enseguida. La textura es parecida a las pastas de té, y cuando las pruebas por primera vez, es imposible no exclamar ¡Jo, qué rico!

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